Existen muchas teorías acerca de adquirir un hábito en 21 días, ¿pero cuánto de esto es cierto? Yo pienso que no hay que tomarse esto al pie de la letra porque cada persona tiene sus tiempos y sus objetivos. Los hábitos, además, también son diferentes e incluirlos en nuestra vida no es sencillo, ya que supone un cambio en nuestra vida y en nuestro ser, y eso de salir de la zona de confort no es agradable para todo el mundo. Los 21 días, sinceramente, me parecen pocos, pero con estos 6 sencillos pasos y una razón de peso podrás enfocarte de lleno en crear nuevos hábitos.
1. Analiza tu situación actual
Haz una reflexión acerca de tu estilo de vida actual y pregúntate: ¿Qué te hace feliz? ¿Qué te acerca a tus objetivos? ¿Qué es aquello que quieres cambiar? ¿Cómo podrías cambiarlo?
Es importante analizar nuestros hábitos con precisión y ser sinceros/as con nosotros/as mismos/as. Este ejercicio puedes realizarlo escribiendo una lista de hábitos. Luego marca los que vas a mantener y transforma aquellos que no desees. Por ejemplo: si tu mal hábito es no cuidar de mi salud, escribe al lado mejorar mi alimentación o hacer ejercicio rutinario. Pero pon el foco en una sola cosa.
2. Define tu objetivo y mentalízate
Empieza poco a poco a crear nuevos hábitos. No te agobies, simplemente observa ese listado y céntrate en solamente un hábito que quieras cambiar. Luego debes definir un objetivo que puedas valorar a largo plazo: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Para qué? ¿Cuánto?
Ejemplo: Quiero leer 100 libros este año para mejorar mi agilidad lectora.
Es importante que te visualices alcanzando tu objetivo. Parece una tontería, lo sé, pero cuando recreamos en nuestra mente esa situación anhelada, se vuelve conocida, y no nos impone ni nos asombra en exceso.
Durante bachillerato yo empleaba este truco: unos días antes del examen sabía qué ropa iba a ponerme, dónde iba a sentarme, y por las noches me veía a mí misma realizando la prueba. El día del examen, yo ya había vivido esa situación, por lo tanto no me asustaba. Recuerda: tu mente es poderosa, úsala inteligentemente y no permitas que te sabotee. Ahora vas a crear conmigo el cómo, es decir, el plan de acción. Yo te intentaré guiar.
3. Establece una meta semanal
Para poder iniciar tu plan de acción y así crear nuevos hábitos necesitarás un calendario mensual para establecer una meta mensual y una semanal. De este modo te será más sencillo saber si se ha cumplido. Voy a coger el ejemplo anterior:
Si mi objetivo es leer 100 libros en un año, con un cálculo sencillo sé que necesito leer, como mínimo, 8 al mes. Por lo tanto, puedes marcar como meta mensual leer al menos 8 libros. Ahora, si repetimos el proceso, sabremos que la meta semanal será leer al menos 2 libros.
Estas metas son flexibles, no te machaques si te excedes o no las alcanzas, porque no todos los libros son igual de extensos o de complejos. Luego, en la parte de revisión, te cuento más.
4. Ejecuta acciones diarias
Una de las razones por las que las personas abandonan sus hábitos saludables es por falta de rutina. Tu nuevo hábito debe hacer acto de presencia, ya sea en tu agenda, en tu calendario, en tu nevera…
Un truco es utilizar las alarmas del móvil para que te avisen previamente hasta que interiorices el hábito. De no ser así, lo dejarás pasar hasta definitivamente abandonarlo.
Márcate acciones diarias. Basándome en el ejemplo, una acción diaria puede ser leer 50 páginas al día. O también puedes trabajar en bloques de tiempo, es decir, dedicarte a la lectura de 6 a 8h de la mañana (por ejemplo). De este modo, tu límite será el tiempo y no la meta.
5. Revisa cada semana
Para poder evaluar la meta semanal, deberás dedicar unos minutos de la semana a revisar tus acciones y poder valorar si necesitas realizar algún ajuste, como puede ser dedicar más o menos tiempo, leer más o menos páginas, etc… Todo dependerá de tu estilo de vida, y probablemente en el proceso encuentres nuevas maneras de hacer que se adapten más a tu personalidad.
6. Premia tu fuerza de voluntad
Crear nuevos hábitos no es sinónimo de sufrir constantemente. Esto es como las dietas, cuanto más estrictas más te invitan a pecar. No quieras restringir tus pecados de golpe, porque sino abandonar tu hábito va a ser tan sencillo que ni te darás cuenta.
Si has conseguido leer 4 libros en una semana en lugar de 2, puedes descansar una semana disminuyendo el número de páginas, por ejemplo. Pero sin dejar de ser constante. Además del bienestar que te aportará este nuevo hábito, permítete celebrarlo de alguna manera o premiarte por ello. Esto te motivará a seguir adelante.
7. Sube el nivel de dificultad
Si ya han pasado meses y sientes que puedes llegar a más, revisa tu objetivo anual y añade dificultad, o bien empieza con otro hábito de forma simultánea. Solamente tú sabes de qué eres capaz. ¡Rétate a ti misma!